Hay ingredientes muy versátiles en la cocina que se salen de la tradicionalidad, y entre estos, las frutas siempre sorprenden. Y no solo eso, sino que hay frutas con las que puedes hacer recetas sencillas y extraordinarias. Hoy traemos una receta que ni te imaginas: Mousse de Pomelo, un postre delicioso para compartir con la familia y los amigos en una reunión, evento o fin de semana.
Se trata de una opción diferente de saborear postres fríos con frutas, y además, con el ingrediente adicional de incorporar al organismo las propiedades que nos regala esta delicada fruta.
El pomelo es una rica fuente de vitaminas, sobretodo vitamina A y vitamina C, compuestos necesarios para mantener el organismo sano. Por otra parte, es un gran antioxidante, muy rico en fibra y bajo en calorías, ideal para incluir en dietas para bajar de peso; y, por si fuera poco, previene la artritis gracias a que contiene ácido salicílico. Además, favorece la reducción del colesterol malo y es un potente antiséptico que combate las bacterias del organismo.
Como ves, el ingrediente principal de nuestra receta es el pomelo, una fruta cítrica que, aunque es poco conocida en España, en los últimos años su consumo ha ido incrementándose, principalmente en Andalucía y la costa mediterránea. Lo usual ha sido su consumo solo o sutilmente edulcorado con miel o con azúcar, no obstante, también se ha usado mucho en mermeladas, macedonias, zumos, granizados o postres. En otras ocasiones se ha preparado horneado levemente como piscolabis, o bien combinado con otras frutas y vegetales en ensaladas.
En nuestra receta de mousse de pomelo, además de animarte a comprar pomelos, queremos resaltar las características y propiedades de una fruta que ha estado infravalorada, ya que se trata de un alimento que brinda innumerables beneficios al organismo y que podemos aprovechar de diferentes formas.
Lista de la Compra
En esta deliciosa receta de mousse de pomelo vas a necesitar pomelos de excelente calidad. Para preparar un mousse para unas seis personas, te invitamos a comprar cítricos online y tener a la mano los siguientes ingredientes:
- 2 pomelos (suficientes para exprimir unos 200ml de zumo de pomelo)
- 3 huevos
- 80 gr de azúcar
- 1 yogurt griego o 250 ml de crema de leche para montar
- 1 pizca de sal
- 1 hoja de gelatina
Para la cobertura de gelatina:
- ½ pomelo (suficiente para 50 ml de zumo)
- 1 hoja de gelatina
Preparación de la receta Mousse De Pomelo
Aunque seguramente el más tentador de los mousse sea el tradicional mousse de chocolate, un postre originario de la cocina francesa preparado con claras de huevo, crema de leche o nata, azúcar y cacao, debemos decirte que se pueden hacer muchos tipos de mousse con diferentes frutas como nuestro delicioso mousse de naranja, o el increíble mousse de chocolate y naranja, en donde cada ingrediente juega un papel importante en la receta.
Y en cada caso, si hay algo que se distingue en cualquier mousse es su textura. Para que nuestro mousse de pomelo quede perfecto: las claras de huevo se deben montar a punto de nieve y, junto con la gelatina, crear la textura espumosa. Por su parte, el azúcar, da cuerpo a la espuma, y las proteínas, provenientes del huevo, la nata o la gelatina, junto con las grasas, dan mayor estabilidad a la elaboración.
Realmente no es fácil, generalizar sobre cómo hacer un mousse, pues eso dependerá de la composición del ingrediente base y de la consistencia deseada. Es muy importante tener en cuenta los ingredientes que dan la textura al mousse, como las claras de huevo, el azúcar y la crema de leche o nata (también puede usarse yogurt) … lo demás, dependerá del tipo de receta.
Para que tengas una idea vamos ya a nuestro mousse de pomelo.
Primer paso.
Antes de comenzar, recomendamos organizar los ingredientes que vamos a utilizar. Lo primero que vamos a hacer es poner en remojo las dos placas de gelatina en agua bien fría por unos 5 minutos. Luego, procedemos a sacarlas y escurrirlas, asegurándonos de que estén totalmente cubiertas de agua.
Segundo paso.
En este segundo paso, procedemos a lavar y sacar el zumo de los pomelos. Lo que hacemos es lo siguiente:
- Lavas los pomelos y antes de cortarlos rallas la piel del pomelo “solo la parte de color”, luego, usando un cuchillo los cortamos por la mitad.
- Ahora vamos a exprimir los pomelos. Podemos exprimirlos usando un exprimidor manual o eléctrico. En promedio debemos exprimir unos 250 ml de zumo.
- Separa en dos recipientes: uno con 200 ml y otro con 50 ml.
- Reserva. Los 50 ml de zumo las vamos a utilizar para decorar.
Tercer paso.
En este tercer paso, vamos a tomar un cazo y en él colocamos los 200 ml del zumo exprimido junto con su ralladura. Llevamos a ebullición y añadimos una de las placas de gelatina, removemos hasta que la gelatina se derrita y retiramos del fuego. Ahora, dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Cuarto paso.
En este paso vamos a preparar las yemas. Para ello:
- Separamos la yema de las claras de huevo.
- Ahora tomamos un bol y en él batiremos las yemas con 20 gramos de azúcar hasta que blanqueen.
- Coloca en otro bol las claras y resérvalas.
Cuando las yemas estén listas (se hayan tornado blanquecinas) las vamos a mezclar con el zumo que está caliente, y ponemos nuevamente a hervir. Luego, dejamos cocinar por unos 10 minutos (hasta que espese la mezcla), retiramos el calor y dejamos enfriar.
Quinto paso.
Mientras la mezcla anterior se enfría, vamos a preparar las claras de huevo. En este caso batiremos las claras a punto de nieve. Procedemos de la siguiente forma:
- Tomamos el bol con las claras de huevo.
- Agregamos los 60 gramos de azúcar restante y la sal.
- Usando las varillas batimos las claras de huevo con el azúcar hasta punto de nieve.
Sexto paso.
Ya casi terminando la elaboración, nuestro sexto paso consiste en añadir el yogurt o nata montada a la mezcla que preparamos en el cuarto paso, una vez que haya enfriado. Mezclamos bien.
Séptimo paso.
Ahora tomamos las claras a punto de nieve y la añadimos a la mezcla anterior. Mezclamos usando una espátula con movimientos envolventes para aportar mayor esponjosidad y evitar que las claras se bajen.
Octavo paso.
Procedemos a repartir la mezcla obtenida en el paso anterior en copas o moldes para mousse y los colocamos en el frigorífico por unas dos horas. ¡En este momento podríamos decir que nuestro mousse está listo! Sin embargo, nosotros hemos incorporado más sabor y mejor presentación. Lo que sigue es parte de la decoración
Noveno paso.
Recuerda que tenemos una segunda placa de gelatina hidratada reservada desde el principio de nuestra receta. Teniendo la hoja hidratada:
- Calentamos los 50 ml de zumo de pomelo (que tenemos reservado) hasta hervir y añadimos la hoja de gelatina que debe estar blanda e hidratada.
- Mezclamos bien hasta lograr integrarla.
- Dejamos enfriar por unos 15 minutos (la idea es lograr que se pierda el calor fuerte).
Una vez fría la mezcla, colocamos una capa fina en los moldes y volvemos a refrigerar. Mientras más tiempo dure la refrigeración, mejor. Se puede dejar durante 3 o 4 horas o por toda la noche. En el momento de servir, si dispones de una manga pastelera, puedes decorar con nata montada. Y, si gustas, puedes colocar por encima un poco de ralladura de pomelo. Como sea de tu gusto, habrás preparado un postre cítrico que siempre viene bien. ¡Simplemente un mousse de pomelo delicioso!
Si te apetecen más recetas como estas no dejes de probar nuestro postre de naranja con chocolate, un dulce genial para degustar luego de una comida, junto con el café o una infusión, o incluso con algún licor.
El mousse de pomelo que hemos preparado, además de ser un postre sencillo y fácil de hacer, es saciante, poco calórico y muy refrescante. Posee propiedades increíbles que favorecen la salud del organismo. Lo que más nos gusta de esta receta es que hemos preparado un postre delicioso con una fruta inusual, y con ello destacamos el extraordinario valor que tiene y que, muchas veces, por no conocerla, menospreciamos sus ventajas.
El pomelo o toronja proviene del árbol de pomelo: citrus paradisi, por lo que se conoce como la fruta del paraíso. Su sabor, algunos lo definen como más ácido que la naranja, más dulce que el limón y más amargo que estos dos. Pero el pomelo tiene un sabor único y, al igual que la naranja o el limón, es rico en vitaminas, fibra y antioxidantes, además, su aporte calórico es bajo, y en la cocina resulta en un ingrediente rico y versátil por su color, olor, textura y agridulce sabor.
El pomelo, tal como la mayoría de las frutas cítricas ofrece una amplia gama de posibilidades culinarias y, aparte de consumo en crudo (que es lo ideal para aprovechar al máximo sus nutrientes), lo podemos consumir en zumos, salsas, mermeladas, y en elaboraciones dulces y saladas.
Nuestro mousse de pomelo es una muestra más de las tantas ideas que podemos poner en práctica en la cocina. Con un poco de ingenio, tiempo y usando ingredientes de calidad, te sentirás como pez en el agua en la cocina.
Anímate a preparar las comidas más deliciosas y saludables que jamás habrías imaginado hacer. ¡No necesitarás ser un experto!
Mousse de pomelo
Hay ingredientes muy versátiles en la cocina que se salen de la tradicionalidad, y entre estos, las frutas siempre sorprenden. Y no solo eso, sino que hay frutas con las que puedes hacer recetas sencillas y extraordinarias. Hoy traemos una receta que ni te imaginas: Mousse de Pomelo, un postre delicioso para compartir con la familia y los amigos en una reunión, evento o fin de semana.
Tipo: Postre
Cocina: Mediterránea
Palabras clave: Mousse de pomelo
Rendimiento de la receta: 3 personas
Tiempo de preparación: 5M
Tiempo de cocinado: 45M
Tiempo total: 50M
Ingredientes de la receta:
- 2 pomelos (suficientes para exprimir unos 200ml de zumo de pomelo)
- 3 huevos
- 80 gr de azúcar
- 1 yogurt griego o 250 ml de crema de leche para montar
- 1 pizca de sal
- 1 hoja de gelatina
- ½ pomelo (suficiente para 50 ml de zumo)
- 1 hoja de gelatina
Instrucciones de la receta:
Primer paso:
Segundo paso:
En este segundo paso, procedemos a lavar y sacar el zumo de los pomelos. Lo que hacemos es lo siguiente: Lavas los pomelos y antes de cortarlos rallas la piel del pomelo "solo la parte de color", luego, usando un cuchillo los cortamos por la mitad. Ahora vamos a exprimir los pomelos. Podemos exprimirlos usando un exprimidor manual o eléctrico. En promedio debemos exprimir unos 250 ml de zumo. Separa en dos recipientes: uno con 200 ml y otro con 50 ml. Reserva. Los 50 ml de zumo las vamos a utilizar para decorar.
Tercer paso:
Cuarto paso:
En este paso vamos a preparar las yemas. Para ello: Separamos la yema de las claras de huevo. Ahora tomamos un bol y en él batiremos las yemas con 20 gramos de azúcar hasta que blanqueen. Coloca en otro bol las claras y resérvalas. Cuando las yemas estén listas (se hayan tornado blanquecinas) las vamos a mezclar con el zumo que está caliente, y ponemos nuevamente a hervir. Luego, dejamos cocinar por unos 10 minutos (hasta que espese la mezcla), retiramos el calor y dejamos enfriar.
Quinto paso:
Mientras la mezcla anterior se enfría, vamos a preparar las claras de huevo. En este caso batiremos las claras a punto de nieve. Procedemos de la siguiente forma: Tomamos el bol con las claras de huevo. Agregamos los 60 gramos de azúcar restante y la sal. Usando las varillas batimos las claras de huevo con el azúcar hasta punto de nieve.
Sexto paso:
Séptimo paso:
Octavo paso:
Procedemos a repartir la mezcla obtenida en el paso anterior en copas o moldes para mousse y los colocamos en el frigorífico por unas dos horas. ¡En este momento podríamos decir que nuestro mousse está listo! Sin embargo, nosotros hemos incorporado más sabor y mejor presentación. Lo que sigue es parte de la decoración
Noveno paso:
Recuerda que tenemos una segunda placa de gelatina hidratada reservada desde el principio de nuestra receta. Teniendo la hoja hidratada: Calentamos los 50 ml de zumo de pomelo (que tenemos reservado) hasta hervir y añadimos la hoja de gelatina que debe estar blanda e hidratada. Mezclamos bien hasta lograr integrarla. Dejamos enfriar por unos 15 minutos (la idea es lograr que se pierda el calor fuerte).
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