No siempre es fácil encontrar en el supermercado mermelada de manzana. En cambio, sí es posible comprar manzanas durante todo el año, aunque otoño – concretamente a partir de octubre – es la temporada de recolección de la manzana, y por tanto cuando esta fruta ofrece las máximas propiedades.
Si tomamos en cuenta ambos detalles, hemos de concluir que los meses de otoño e invierno son los meses indicados para hacer nuestra propia mermelada de manzana casera. Hacer mermelada de manzana es especialmente sencillo, dado que la manzana es una fruta con elevado contenido en pectina. Esta es una sustancia que actúa como espesante natural.
Una ventaja de la mermelada de manzana (y en realidad de la manzana en sí misma) es que se trata de una fruta que, por sus propias características, combina con un montón de platos dulces y salados. Además, la mermelada puede conservarse durante tiempo en botes previamente esterilizados y sellados al baño María.
Por otro lado, es sencillo entender por qué recomendamos preparar y consumir mermelada de manzana casera antes que comprar mermeladas procesadas. Preparar mermelada casera significa poder contar con ingredientes de calidad elegidos por ti y preparados de forma artesanal, sin aditivos ni conservantes.
Quizás hayas observado que muchas recetas recomiendan añadir una rama de canela (o canela en polvo) durante la cocción de la mermelada de manzana. A nosotros también nos parece que le va muy bien.
Piensa en la comodidad que supone disponer de una deliciosa mermelada a lo largo de meses si has preparado una cantidad abundante de la misma. Además, la lista de posibilidades de acompañamiento es muy larga. Esta receta de rica mermelada puede derramarse sobre una tarta de manzana, queso, ciruelas… y también puede servir, por supuesto, para untar las tostadas del desayuno o las de la merienda junto a una taza de café caliente.
En cuanto a la variedad de manzana idónea para la mermelada de manzana, tú decides en función de tus gustos. Pese a ello, nosotros recomendamos la variedad de manzana reineta. Al tener menos agua y una textura firme, aguanta mejor la cocción. En nuestra opinión también es adecuada para la mermelada de manzana la variedad Golden, que soporta altas temperaturas. Ambas son aromáticas.
Con esto claro, vamos a por la preparación de la receta de mermelada de manzana.
Lista de la compra para preparar Mermelada de manzana
Uno de los motivos por los que podemos considerar que esta receta de mermelada de manzana es tan sencilla es que son muy pocos los ingredientes que se necesitan. Lo esencial es comprar manzanas online, 1 kg aproximadamente. Estos son los ingredientes restantes:
- 1 kg de manzanas
- 1 palito de canela
- 300 g de azúcar
- 1 limón
Preparación de la receta Mermelada de manzana
Antes de empezar con el paso a paso de esta sencilla receta de mermelada de manzana, vamos a compartir contigo algunos apuntes que nos parecen importantes.
Para empezar, la proporción de azúcar que añadimos es aproximadamente la mitad del peso de la fruta que empleamos para hacer la mermelada. En el caso de la receta que te proponemos serían unos 500 g, ya que sugerimos 1000 g de manzanas. Dependerá de tus gustos, pero si agregas menos azúcar la mermelada seguirá siendo un éxito, algo menos dulce pero más sana. Nosotros hemos reducido 200 g, quedándonos en 300 g de azúcar.
Las cantidades señaladas darán para un frasco de alrededor de 300 g de mermelada de manzana. Ajusta las dosis de ingredientes al alza o a la baja si prefieres más o menos cantidad. De todos modos, como ya te hemos dicho, la mermelada de manzana se conserva bien bastante tiempo si se cierra adecuadamente.
Respecto al tipo de manzana idónea para la mermelada de manzana, ya te hablamos antes. Nos inclinamos por Reineta, Golden, Granny Smith… cualquiera que sea un poco ácida y de textura firme. Estas mismas manzanas te servirían para preparar otras recetas riquísimas con manzana, como por ejemplo el bizcocho de yogur y manzana.
Primer paso:
Para empezar, lava y pela las manzanas. Luego quítale el corazón a cada una y haz trozos de manzana, ni muy grandes ni muy pequeños. Comprobarás que en los siguientes pasos irán deshaciéndose durante la cocción.
Exprime el zumo de medio limón porque vas a verterlo (sin semillas ni pulpa, solo el jugo) sobre las manzanas.
Coloca los trozos de manzana en una cacerola. Derrama el zumo de limón encima y agrega el azúcar y un palo de canela (o en su defecto canela en polvo).
Pon la cacerola a fuego medio – o fuego un poco más fuerte en los primeros minutos y luego bájalo – y ves removiendo con cuidado. Observarás que las manzanas se ablandan y, con la mezcla del agua que sueltan y los otros ingredientes, el azúcar y el zumo, se va formando el almíbar.
Transcurridos unos 40 minutos, aparta la cacerola del fuego y pasa los trozos de manzana por la batidora si no quieres encontrarte pedacitos de la manzana troceada. Todo depende de la textura de mermelada que prefieras.
Ya la tienes lista. Esta mermelada de manzana resultante puedes usarla también para acompañar otras preparaciones, como el crumble de manzana.
En el siguiente paso te decimos cómo se conserva la mermelada de manzana.
Segundo paso:
Introduce la mermelada que has hecho en un bote de cristal hermético.
Recomendamos que los frascos en los que vas a guardar la mermelada de manzana estén previamente esterilizados. Para ello, sumerge los botes en agua hirviendo durante unos 15 minutos antes de verter la mermelada. Después escúrrelos y sécalos.
Si vas a consumir pronto la mermelada de manzana casera que has hecho (nos referimos a pocas semanas, no más de un mes), será suficiente con que, después de llenar el tarro de mermelada hasta el borde, lo mantengas boca abajo durante 24 horas.
En caso de que vayas a conservarlos más tiempo, mete los botes cerrados, llenos de tu rica mermelada de manzana, dentro de un recipiente grande con agua que los cubra totalmente. Pon este recipiente en el fuego y, cuando empiece a hervir, déjalo unos 30 minutos. Así los botes te aguantarán hasta un año. Te aconsejamos almacenar estos botes con tu mermelada de manzana en un lugar fresco y sin demasiada luz.
Recapitulamos. Hacer tu propia mermelada de manzana te permitirá:
- Elegir el producto base, la manzana, entre los tipos de manzana que prefieras. Nosotros te hemos sugerido las variedades Reineta, Golden o Granny Smith por sus características de acidez, firmeza y dulzor.
- Relacionado con lo anterior, podrás escoger materia prima de calidad. Volvemos a referirnos a manzanas en su punto óptimo de maduración. Recién recogidas, si te decantas por comprar manzanas online directamente a los productores.
- Al ser tú mismo o misma quien se encargue de preparar la mermelada, podrás decidir la textura de la mermelada que mejor se adapte a tu gusto. ¿Quieres encontrarte “tropezones”? No la pases demasiado por la batidora una vez finalizada la cocción. ¿Deseas, por el contrario, evitarlos? Tritura bien la mezcla. Añádele o no las especies que decidas (canela, nuez moscada, esencia de vainilla…). En pocas palabras, haciéndolo así tendrás una mermelada de manzana casera hecha a tu medida.
- Puedes conservar la mermelada de manzana por medios artesanales y naturales durante bastante tiempo siguiendo el procedimiento que te hemos detallado en el segundo paso. Tendrás mermelada de manzana deliciosa y sana disponible para tus desayunos, meriendas o para cuando te apetezca.
Como ves, todo son ventajas al apostar por preparar tu propia mermelada de manzana casera. ¡Ya nos lo agradecerás!
Mermelada de manzana
No siempre es fácil encontrar en el supermercado mermelada de manzana. En cambio, sí es posible comprar manzanas durante todo el año, aunque otoño - concretamente a partir de octubre - es la temporada de recolección de la manzana, y por tanto cuando esta fruta ofrece las máximas propiedades.
Tipo: Postre
Cocina: Mediterránea
Palabras clave: Mermelada de manzana
Rendimiento de la receta: 4 personas
Tiempo de preparación: 5M
Tiempo de cocinado: 1D
Tiempo total: 1D5M
Ingredientes de la receta:
- 1 kg de manzanas
- 1 palito de canela
- 300 g de azúcar
- 1 limón
Instrucciones de la receta:
Primer paso:
Para empezar, lava y pela las manzanas. Luego quítale el corazón a cada una y haz trozos de manzana, ni muy grandes ni muy pequeños. Comprobarás que en los siguientes pasos irán deshaciéndose durante la cocción. Exprime el zumo de medio limón porque vas a verterlo (sin semillas ni pulpa, solo el jugo) sobre las manzanas. Coloca los trozos de manzana en una cacerola. Derrama el zumo de limón encima y agrega el azúcar y un palo de canela (o en su defecto canela en polvo). Pon la cacerola a fuego medio - o fuego un poco más fuerte en los primeros minutos y luego bájalo - y ves removiendo con cuidado. Observarás que las manzanas se ablandan y, con la mezcla del agua que sueltan y los otros ingredientes, el azúcar y el zumo, se va formando el almíbar. Transcurridos unos 40 minutos, aparta la cacerola del fuego y pasa los trozos de manzana por la batidora si no quieres encontrarte pedacitos de la manzana troceada. Todo depende de la textura de mermelada que prefieras.
Segundo paso:
Recomendamos que los frascos en los que vas a guardar la mermelada de manzana estén previamente esterilizados. Para ello, sumerge los botes en agua hirviendo durante unos 15 minutos antes de verter la mermelada. Después escúrrelos y sécalos. Si vas a consumir pronto la mermelada de manzana casera que has hecho (nos referimos a pocas semanas, no más de un mes), será suficiente con que, después de llenar el tarro de mermelada hasta el borde, lo mantengas boca abajo durante 24 horas. En caso de que vayas a conservarlos más tiempo, mete los botes cerrados, llenos de tu rica mermelada de manzana, dentro de un recipiente grande con agua que los cubra totalmente. Pon este recipiente en el fuego y, cuando empiece a hervir, déjalo unos 30 minutos. Así los botes te aguantarán hasta un año. Te aconsejamos almacenar estos botes con tu mermelada de manzana en un lugar fresco y sin demasiada luz.
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