Artículos sobre: Espárragos

Históricamente los espárragos han pasado de la mesa de los dioses a la de los humanos. Egipcios y griegos los ofrecían a sus divinidades, pero los romanos prefirieron reservarlos para ellos (se dice que Julio César era un auténtico enamorado de esta hortaliza) y extendieron su consumo a las provincias del imperio. Así llegaron a nuestra tierra.

A día de hoy la importancia de los espárragos (o Asparagus officinalis) sigue siendo tal que hemos decidido dedicarles una categoría propia. Aquí te la presentamos.

Hoy encontramos fácilmente espárragos verdes, espárragos blancos y espárragos trigueros en cualquier establecimiento. No siempre fue así. De hecho, hasta finales del siglo XIX solo se producían espárragos verdes. Estos, además, eran considerados como un manjar de lujo, exclusivo de la burguesía y de las clases pudientes.

De alguna manera eso tampoco ha cambiado, ya que los espárragos siguen siendo un producto muy presente en la alta cocina. Es raro que un restaurante con estrella Michelin prescinda de los espárragos como ingrediente de alguno de sus platos.

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Variedades de espárragos

En España se cultivan los tres tipos de espárragos indicados, cuyos artículos agrupamos en esta categoría. En esta presentación vamos a limitarnos a dar algunas pinceladas sobre cada uno de estos espárragos.

• Espárragos blancos: Crecen bajo tierra, por lo que, al no entrar en contacto con la luz, no desarrollan la clorofila. El espárrago blanco se cosecha justo cuando brota en la superficie.
• Espárragos verdes: Reciben la luz del sol y se recogen al alcanzar unos 20 cm. Tienen un característico toque amargo. Si son silvestres – no cultivados – los llamamos espárragos trigueros. El espárrago verde es muy propio de la cuenca mediterránea.
• Espárragos morados: Esa tonalidad violácea se debe a la abundancia de antocianina, un pigmento natural que hace que el espárrago morado destaque sobre las anteriores variedades de espárragos, que son más habituales.

Beneficios terapéuticos de los espárragos

Numerosos estudios científicos avalan las propiedades de los espárragos en el ámbito de la salud. Encontrarás un análisis más detallado de ellas entre los artículos de esta categoría.

Te adelantamos algunos de los beneficios de los espárragos:

• Son diuréticos gracias a su alto contenido en agua. Al contener asparagina, colaboran en la micción. Por ello el consumo de espárragos se recomienda a las personas con problemas renales.
• Regulan el tránsito intestinal: Como los espárragos cuentan con fibra, previenen el estreñimiento.
• Tienen poder antioxidante: Este poder se lo otorgan los compuestos vegetales que combaten a los radicales libres.
• Mejoran la función cognitiva: La presencia de ácido fólico contribuye decisivamente a reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
• Son ricos en vitaminas y minerales: Si bien los espárragos están principalmente constituidos por agua y su primer nutriente son los hidratos de carbono, hemos de tener en cuenta que se trata de una de las verduras más variadas en lo que tiene que ver con los elementos que la forman, donde predominan las vitaminas y los materiales.

La composición nutricional del espárrago, que es rico en vitamina (A, C, E, K) y también cuenta con elevadas dosis de minerales (como el potasio, el fósforo, el magnesio o el calcio), lo convierte en un alimento extraordinariamente eficaz y provechoso para gozar de buena salud. Los espárragos son especialmente valiosos en los ámbitos que acabamos de enumerar, y también en lo que respecta a la función vascular, el refuerzo de los huesos o el sistema inmunológico.

Los espárragos trigueros en la gastronomía

Las evidentes ventajas de los espárragos desde el punto de vista nutricional no habrían de hacernos perder de vista que se trata de un ingrediente culinario altamente apreciado.

Entre los artículos de esta categoría encontrarás también sugerencias con respecto a la preparación de una de las especies de espárragos más habituales: el espárrago triguero.

Los modos de cocinar los espárragos trigueros son tan diversos como los gustos del consumidor: asados, a la plancha, cocidos, revueltos, en ensaladas, purés, cremas… Además, se pueden freír, hornear o empanar.

La forma más común de elaboración de los espárragos trigueros, sin embargo, sigue siendo la de hervir los tallos en un recipiente con agua y sal, y cuando adquieran la consistencia y textura deseadas, sumergirlos en agua fría para detener la cocción.

En realidad, los espárragos trigueros son un producto que exige escasa elaboración. Basta con calentar aceite de oliva en una sartén y saltear los espárragos con verduras, carne o jamón. También puedes pasarlos por la parrilla y acompañarlos de la salsa elegida. Los espárragos combinan excelentemente con queso parmesano, por ejemplo.

En esta categoría encontrarás diversas recetas llenas de trucos para aprovechar todo el potencial de esta verdura.

En conclusión, no puede haber mejor manera de trabajar a favor de la salud que hacerlo desde el placer que proporciona degustar un bocado exquisito. Eso sí, el producto ha de ser fresco, especialmente en el caso de alimentos como los espárragos.

Los espárragos han de consumirse en un plazo breve a partir de su fecha de recolección. Te aconsejamos comprar los espárragos en comercios de confianza y que te ofrezcan las mayores garantías de que llegará a tus manos en las condiciones óptimas.