Ya sabemos que la cocina es salud y placer, pero es que además es una muy buena actividad lúdica. Ensayar nuevos platos entre fogones, combinar ingredientes, “jugar” con nuestros pequeños a elaborar recetas sencillas, iniciarnos en el arte de la repostería… Si esta última opción es la que más te atrae, ¿qué tal probar con un delicioso bizcocho de pomelo?
Un bizcocho como el bizcocho de pomelo permite multitud de variaciones en su composición. Es fácil de preparar y obtienes resultados deliciosos, ya que al elaborarlo has incorporado aquellos elementos que más te gustan.
Como ves, hoy probamos con un cítrico distinto a los más habituales. Ya sabes: limones, mandarinas o naranjas. Si hoy te proponemos hacer un bizcocho de pomelo es, entre otras cosas, porque el pomelo es un fruto versátil. Puedes consumirlo como zumo, batido o helado, sorbete, granizado en verano. Pero puedes también elaborar una mousse, una tarta, o nuestro favorito, el bizcocho de pomelo. Las posibilidades con este cítrico son infinitas.
Habrás oído hablar de la dieta del pomelo. Se trata de aprovechar el escaso aporte calórico y el elevado contenido en agua del pomelo con el objetivo de eliminar grasas y toxinas. Simplemente se trata de comprar pomelos e introducir medio pomelo o un pomelo entero en tres comidas diarias. Así conseguiremos reducir progresivamente nuestro peso de la mano del poder diurético de esta fruta.
Ya sabes que el tema de las dietas lo tratamos con mucha prudencia. Por eso recomendamos no llevar a cabo ninguna de las que se publicitan sin supervisión profesional, o por lo menos sin la suficiente información sobre la dieta en cuestión. De hecho, el pomelo es una fruta que interacciona con ciertos fármacos, así que, si es tu caso, debes tener cuidado al consumirlo.
Lo que sí podemos asegurarte es que el pomelo reúne indudables beneficios para la salud de tu organismo, algunos de los cuales mencionaremos al final del artículo.
Ahora vamos a por la receta de este bizcocho de yogur y pomelo.
Bizcocho de pomelo
Antes de ponernos manos a la obra con esta receta de bizcocho de pomelo necesitamos, como es lógico, preparar la lista de la compra. Cómo imaginas, lo esencial es comprar pomelos. Nosotros te recomendamos comprar cítricos online. Para el resto de ingredientes, aquí tienes la lista de la compra completa:
- Pomelos (extraemos el zumo del pomelo y su ralladura)
- 1 yogur natural
- Aceite (1 medida de yogur)
- Azúcar (2 medidas de yogur)
- Harina (3 medidas de yogur)
- 1 sobre de levadura
- 3 huevos
Preparación de la receta Bizcocho de pomelo
Al repasar la lista de la compra habrás visto que utilizamos como medida de referencia el propio envase del yogur que incluimos en este bizcocho de pomelo. En esta receta seguimos la fórmula 1, 2, 3 con este envase. 1 medida de aceite, 2 de azúcar, 3 de harina.
Esto nos facilita mucho las cosas. Por ello te recomendamos usar esta misma fórmula siempre que elabores cualquier bizcocho que tenga el yogur como ingrediente (por cierto, te recomendamos el bizcocho mandarina). Así no necesitarás pesar ni medir, y te ahorrarás trabajo.
Así pues, para esta receta de bizcocho de pomelo solo necesitamos un par de recipientes, unas varillas para remover, un exprimidor eléctrico o manual con el que sacar el jugo del pomelo y un rallador o un cuchillo que usar con la piel del pomelo.
Como ves, se trata de una elaboración sencilla y básica, pero puedes añadir los acompañamientos que prefieras: azúcar glas espolvoreado, frutos secos, virutas de chocolate… todos ellos son elementos que combinan perfectamente con el bizcocho de pomelo.
Primer paso:
Empezamos precalentando el horno a 180°. Mientras tanto, toma el pomelo, lávalo y ralla la piel del pomelo. Si no dispones de rallador de cocina, usa cualquier instrumento que te sirva para ello.
Luego parte el pomelo con un cuchillo por la mitad, elimina las semillas de su interior y exprímelo. Puedes hacerlo tanto manualmente como con un aparato eléctrico que te permita obtener el zumo de pomelo.
Hay quienes recomiendan sumergir la fruta previamente en agua caliente a fin de extraer la máxima cantidad de jugo.
Por otra parte, mete en un bol los huevos con el azúcar y bátelos bien con la ayuda de unas varillas hasta que la mezcla se blanquee. Si has vaciado el contenido del yogur natural en otro recipiente adecuado, puedes aprovechar el envase vacío como medida de azúcar. Te lo contamos en la introducción de esta receta. Así ya lo tendrás para el aceite y la harina también.
Segundo paso:
En el mismo bol donde habías mezclado los huevos y el azúcar introduce el yogur natural, el zumo de un pomelo y las medidas de aceite de oliva mencionadas en la lista de la compra y la ralladura de pomelo(puedes reservar un poco para decorar al final)
Bate con las varillas realizando movimientos envolventes de manera que los elementos se integren y creen una mezcla homogénea. Ahora has de tamizar la harina y la levadura sobre el recipiente. El propósito es librarnos de grumos. Ya tienes la masa de tu bizcocho de pomelo hecha.
Escoge el molde amplio que prefieras. Hay multitud de formas. Úntalo con mantequilla o cúbrelo con papel de hornear. Distribuye de manera uniforme la masa en su interior.
Lleva el molde con la masa al horno para que se haga durante unos 40 minutos.
Conviene ir vigilando el proceso. Ya conoces el truco para saber si tu bizcocho de pomelo está listo: pincharlo con un palillo u otro elemento punzante. En caso de que salga limpio, ya puedes apagar el horno, sacarlo y dejarlo enfriar.
Ya tienes tu bizcocho de pomelo listo. Y, si te quedan ganas de seguir en la cocina, te recomendamos que prepares este otro bizcocho de yogur y manzana. Ambos son deliciosos.
Habrás comprobado que esta receta de bizcocho de pomelo es sencillísima. Prácticamente basta con mezclar los ingredientes. Gracias al método del yogur, ni siquiera necesitas calcular medidas. Los resultados son plenamente satisfactorios, ya que el exceso de acidez que pudiera presentar el pomelo queda atenuado por el azúcar y el resto de ingredientes.
Además, el bizcocho de pomelo admite múltiples acompañamientos. Como ya apuntamos antes, queda bien con azúcar glas espolvoreado sobre él, chocolate, o frutos secos. De hecho, una variante de este bizcocho de pomelo es el bizcocho de pomelo y almendras.
Al principio anticipamos que el pomelo es un cítrico que, sin abusos, aporta un considerable valor nutricional. Es rico en magnesio y potasio, ácido fólico, carotenoides antioxidantes, vitaminas A, B2 y particularmente C. Los flavonoides que contiene mejoran la circulación sanguínea, previenen patologías cardiovasculares y reducen el colesterol. Por otra parte, sus betacarotenos contribuyen a ralentizar el envejecimiento celular. Por si fuera poco, el pomelo colabora en la mejora del tránsito intestinal.
El pomelo es probablemente un cítrico menos conocido y empleado en España que nuestras deliciosas naranjas o mandarinas. No es el caso de países tropicales o subtropicales, donde su consumo está muy extendido. Esperamos que esta receta de bizcocho de pomelo te anime a disfrutar de él de otras formas, y así vayas incorporándose progresivamente a tu dieta.
Bizcocho de pomelo
Ya sabemos que la cocina es salud y placer, pero es que además es una muy buena actividad lúdica. Ensayar nuevos platos entre fogones, combinar ingredientes, “jugar” con nuestros pequeños a elaborar recetas sencillas, iniciarnos en el arte de la repostería... Si esta última opción es la que más te atrae, ¿qué tal probar con un delicioso bizcocho de pomelo?
Tipo: Postre
Cocina: Mediterránea
Palabras clave: Bizcocho de pomelo
Rendimiento de la receta: 5 personas
Tiempo de preparación: 5M
Tiempo de cocinado: 40M
Tiempo total: 45M
Ingredientes de la receta:
- Pomelos (extraemos el zumo del pomelo y su ralladura)
- 1 yogur natural
- Aceite (1 medida de yogur)
- Azúcar (2 medidas de yogur)
- Harina (3 medidas de yogur)
- 1 sobre de levadura
- 3 huevos
Instrucciones de la receta:
Primer paso:
Empezamos precalentando el horno a 180°. Mientras tanto, toma el pomelo, lávalo y ralla la piel del pomelo. Si no dispones de rallador de cocina, usa cualquier instrumento que te sirva para ello. Luego parte el pomelo con un cuchillo por la mitad, elimina las semillas de su interior y exprímelo. Puedes hacerlo tanto manualmente como con un aparato eléctrico que te permita obtener el zumo de pomelo. Hay quienes recomiendan sumergir la fruta previamente en agua caliente a fin de extraer la máxima cantidad de jugo. Por otra parte, mete en un bol los huevos con el azúcar y bátelos bien con la ayuda de unas varillas hasta que la mezcla se blanquee. Si has vaciado el contenido del yogur natural en otro recipiente adecuado, puedes aprovechar el envase vacío como medida de azúcar. Te lo contamos en la introducción de esta receta. Así ya lo tendrás para el aceite y la harina también.
Segundo paso:
En el mismo bol donde habías mezclado los huevos y el azúcar introduce el yogur natural, el zumo de un pomelo y las medidas de aceite de oliva mencionadas en la lista de la compra y la ralladura de pomelo(puedes reservar un poco para decorar al final) Bate con las varillas realizando movimientos envolventes de manera que los elementos se integren y creen una mezcla homogénea. Ahora has de tamizar la harina y la levadura sobre el recipiente. El propósito es librarnos de grumos. Ya tienes la masa de tu bizcocho de pomelo hecha. Escoge el molde amplio que prefieras. Hay multitud de formas. Úntalo con mantequilla o cúbrelo con papel de hornear. Distribuye de manera uniforme la masa en su interior. Lleva el molde con la masa al horno para que se haga durante unos 40 minutos. Conviene ir vigilando el proceso. Ya conoces el truco para saber si tu bizcocho de pomelo está listo: pincharlo con un palillo u otro elemento punzante. En caso de que salga limpio, ya puedes apagar el horno, sacarlo y dejarlo enfriar.
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