El arroz es uno de los cereales que se prepara en casi todo el mundo; su variedad y diversas maneras de cocinar lo convierten en una comida sencilla, práctica y muy variable. Entre las muchas recetas que se pueden hacer con arroz, el arroz con pollo y verduras es un plato tradicional que no puede faltar en tu mesa. No solo es simple y bueno, sino que es rápido de hacer y muy atractivo: atraerá a los que aman la carne y a los que quieren a las verduras.
La receta de arroz con pollo y verduras es típica de la cocina española y muy popular en América Latina, y es una de las formas más saludables de preparar este grano. Es un plato que contiene proteínas, vitaminas, minerales e hidratos de carbono en proporciones balanceadas, lo que hace que un plato de arroz con pollo y vegetales sea una comida completa con muchas propiedades nutritivas.
Esencialmente, tres ingredientes se apoderan de las recetas de arroz con pollo y verduras: el arroz, el pollo y las verduras. Esta naturalidad hace de esta comida un excelente plato de almuerzo de verano o un alimento sustancial que puedes consumir durante todo el año. Una mezcla perfecta de ingredientes propicia para cualquier ocasión y que siempre te proporcionará la seguridad de servir un plato saludable y ameno. Ahora bien, ¿Dónde elegir los mejores ingredientes para tus recetas? En FrutaMare dispones de la tienda con los mejores ingredientes donde encontrarás alimentos frescos y de excelente calidad.
En este post te enseñaremos cómo hacer arroz con pollo y verduras. Un plato lleno de sabor, color y beneficios para la salud. También te hablaremos sobre las propiedades de la carne y, esencialmente, sobre las ventajas de comer carne de pollo. Con todo esto, no podrás resistirte a probar este delicioso y nutritivo plato de arroz de FrutaMare. Ahora: ¿Estás listo para empezar a preparar esta suculenta receta? ¡Adelante!
Lista de la Compra para preparar Arroz con Pollo y Verduras
A veces buscamos preparar una comida diferente, sana y de bajo presupuesto. Para estos momentos, arroz con pollo y verduras: fácil, rápido, saludable y al alcance de tu bolsillo. En nuestra receta de arroz con pollo y verduras (para 4 personas) vamos a necesitar:
- 2 tomates (80 g)
- Medio calabacín o un calabacín pequeño
- Aceite de oliva (suficiente para el sofrito)
- 1 cebolla mediana o dos pequeñas (60 g)
- Sal y pimienta negra (al gusto)
- 1 taza de arroz (240 g)
- 2 dientes de ajo (6 g)
- 2 o 3 pechugas de pollo (300 g)
- 1 taza de guisantes (150 g)
- 5 hebras de azafrán (1 g)
- 1/2 pimiento verde o rojo (40 g)
- 1 pastilla para preparar caldo de pollo
- 1 limón
Preparación de la receta de Arroz con pollo y verduras
Antes de comenzar con la preparación, es necesario tener presente algunas cosas. Para preparar arroz con pollo y verduras te recomendamos que uses arroz de grano redondo (tipo bomba) para que garantices la soltura del grano. En cuanto a las verduras, puedes incorporar las variaciones que desees y las que más te gusten. Respecto al pollo, puedes usar pechugas o muslos.
Primer paso: Preparación de las verduras
Para comenzar con nuestra preparación, vamos a lavar y trocear nuestras verduras: calabacín, tomates, cebollas, pimientos y ajos:
- Picamos la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo en trozos pequeños.
- Picamos también los tomates y los calabacines en trozos pequeños (apartar y reservar).
- Ponemos a calentar en una cacerola grande (ancha y honda), un chorro de aceite de oliva.
- Una vez que esté caliente el aceite, agregamos las verduras que hemos picado: cebollas, pimientos y ajos.
- Añadimos sal y pimienta al gusto.
- Cocinamos por unos 5 minutos hasta que las verduras se ablanden.
Segundo paso: Preparación del pollo
Adquiere tu pollo en donde sueles hacerlo. Cerciórate de que las pechugas estén frescas y tengan suficiente carne. Es necesario retirar la piel para preparar un arroz con pollo y verduras sin grasas y con alto valor nutritivo. Tomamos una tabla y procedemos a trocear las pechugas en tiras finas o trozos pequeños (como prefieras).
- Una vez que tengas tu pollo troceado: Salpimentamos y agregamos el zumo de limón. Colocamos a macerar por unos minutos.
- Una vez que las verduras estén listas, añade el pollo a la cacerola.
- Al incorporar el pollo, se debe usar fuego ligero y remover constantemente.
- Cocinar por unos 10 minutos de manera que el pollo adquiera cierto color sin llegar a cocerse por completo.
- Cuando el pollo se haya cocinado tal como hemos indicado en el punto anterior, procedemos a agregar los tomates y los calabacines que hemos troceado inicialmente.
- Continuamos revolviendo por unos 5 minutos más. Cocinamos a fuego ligero.
Tercer paso: Preparación del arroz
Ahora corresponde el turno de preparar el arroz. Para ello procedemos así:
- Ponemos a hervir agua en una cazuela aparte (recordemos que la cantidad de agua debe ser, en promedio, el doble por medida de arroz).
- Cuando el agua haya hervido, se agrega el arroz junto con la pastilla para caldo.
- Se baja un poco la llama, se tapa el arroz y se deja que el arroz se cueza por unos 4 o 5 minutos (sin dejar que llegue a estar demasiado blando).
- Luego de este tiempo, se escurre el arroz y se añade a la mezcla de pollo en trozos y verduras.
- Se debe remover constantemente hasta lograr que todos los ingredientes se incorporen.
- Cuando aprecies una mezcla más o menos homogénea, puedes añadir las hebras de azafrán para otorgar color y más sabor al plato. (Si no dispones de azafrán puedes usar colorante alimentario).
- Después del azafrán puedes agregar los guisantes, probar y agregar sal y pimienta de ser necesario.
Cuarto paso: Acabado de la receta
El acabado de la receta se refiere a los toques finales que debemos ir dando a nuestra preparación. Para ir finalizando con nuestra receta de arroz con pollo y verduras debemos remover unos dos o tres minutos más la mezcla. La idea es terminar de cocinar el pollo y el arroz
- Para incrementar el sabor, podemos adicionar unas cucharadas de caldo. Luego dejamos hervir por un tiempo adicional hasta lograr la consistencia del arroz que deseemos.
- Una vez que se haya evaporado el caldo y el arroz se haya cocido, se procede a apagar el fuego y a retirar la cacerola del calor.
- Tomamos un paño limpio y seco y tapamos nuestra preparación.
- Dejamos reposar por unos cinco minutos para asegurarnos de que el arroz logre un sabor agradable y una textura al dente.
- Después del reposo se sirve caliente. Puedes acompañar con rebanadas de pan.
Esta receta nos proporcionará un plato de arroz con pechuga de pollo y verduras para unos tres o cuatro comensales. Colocarás en tu mesa una comida tradicional, deliciosa y nutritiva que cautivará hasta a los más exigentes paladares.
Propiedades de la carne
Gracias a la riqueza de sus proteínas y minerales, sin duda, la carne es un alimento insustituible en una dieta balanceada. En general, la carne posee lípidos y es una rica fuente de vitaminas B (especialmente B12), útiles para el organismo en los procesos nerviosos y digestivos; las sales minerales representan alrededor del 1%, y de estas, el hierro es sin duda el más importante, ya que está presente en una forma muy asimilable.
La carne se clasifica en función del animal del que se obtiene (de matanza, corral y caza) y del color que adquiere tras el proceso de matanza (carnes blancas, carnes rojas, carnes negras). Las carnes negras (las que se obtienen de la caza) tienen poca grasa pero una mayor dureza de las fibras musculares, lo que las hace menos tiernas para comer y más difíciles de cocinar. Las carnes rojas, provienen de la matanza de animales más adultos. El color que los distingue se debe a la presencia de mucha sangre y, en consecuencia, tienen mayor cantidad de hierro que las carnes blancas.
Ahora bien, las carnes blancas caracterizan a los animales más jóvenes (pavo, conejo, pollo, cordero, cabrito) con fibras musculares muy finas y magras, más cortas y delgadas, por lo que son más fáciles de digerir. Entre las carnes blancas, se valoran especialmente las carnes de pavo, pollo y conejo. Principalmente, la carne de pollo es muy útil en las dietas por su bajo contenido calórico y por su poca grasa.
Refiriéndonos a nuestro plato de arroz con pollo y verduras vamos a describir de manera particular las propiedades nutritivas del pollo, un tipo de carne blanca de fácil digestibilidad, rica en proteínas, vitaminas y minerales. Consumir pollo tiene grandes beneficios. Entre sus valores alimenticios se destaca que en el pollo la mayor parte de la grasa corporal se encuentra en su piel, al retirarla, se reduce su consumo. Así pues, a diferencia de las carnes rojas, el pollo se considera uno de los alimentos buenos para el hígado debido a su bajo contenido de grasas y poco sodio. Un aspecto que no podemos dejar de destacar es que además de los diferentes cortes de pollo: pechuga y muslos, básicamente; el hígado de pollo también forma parte de muchos platos exquisitos. Nutricionalmente, el hígado de pollo contiene gran cantidad de hierro. De hecho, los estudios revelan que el 72% del hierro que se necesita diariamente está contenido en el hígado de pollo. Esta proporción hace que el pollo se encuentre entre los alimentos para la anemia con una participación importante en el mantenimiento del sistema inmunitario.
El pollo es un ave gallinácea que se encuentra presente en muchas de las cocinas del mundo. Su bajo contenido en grasas y elevado valor biológico; además de las diversas formas de utilizarlo, lo hacen protagonista de una gran variedad de comidas. Veamos a continuación las principales propiedades de la carne de pollo:
Alto contenido en proteínas
En esencia, el pollo es un alimento rico en proteínas. En este alimento se encuentran los aminoácidos esenciales que nuestro organismo no es capaz de sintetizar, y que, por lo tanto, deben incorporarse a través de la dieta diaria. Entre estos aminoácidos se encuentra el triptófano, un compuesto que estimula el estado de ánimo, ataca el estrés, aporta bienestar y mejora el descanso en general. De hecho, se considera que el pollo es un antidepresivo natural, ya que su alto contenido de triptófano incrementa los niveles de serotonina en el cerebro, reduce el estrés, combate la depresión y calma los estados de ansiedad.
La proporción de proteínas en el pollo también es una buena aliada en la lucha contra la pérdida de masa ósea, la osteoporosis y la artritis. Por otra parte, ingerir la pechuga de pollo reduce y controla los niveles de homocisteína en el organismo y con ello interviene en la salud cardiovascular.
El pollo también es un alimento que no debe faltar en las dietas infantiles, en jóvenes en etapa de crecimiento, deportistas y personas adultas que deseen o necesiten mantener su musculatura, ya que su contenido proteínico es necesario para el crecimiento de los huesos y el mantenimiento muscular.
Rico en minerales
El pollo es rico en minerales: calcio, hierro, zinc, sodio, potasio, magnesio, fósforo, selenio, entre otros. Particularmente, el fósforo es un mineral que juega un papel importante en la conservación de los huesos, dientes, riñones, hígado y sistema nervioso central. Sin embargo, cuando hay altas deficiencias de fósforo se recomienda consumir alimentos que contengan elevadas proporciones de fósforo. Así que además de un nutritivo plato de arroz con pollo y verduras, también podrías optar por un rico plato de arroz caldoso con bogavante o arroz con verduras ya que también es un alimento sustancioso muy rico en fósforo.
Al igual que el fósforo, el selenio es otro mineral de interés para el organismo y que también está muy presente en la carne de pollo. Este mineral es importante para la tiroides y para mantener un sistema inmunológico en óptimas condiciones y prevenir enfermedades. Por otra parte, por su bajo contenido de sodio, el pollo es un alimento indicado para pacientes hipertensos.
Gran fuente de vitaminas
La carne de pollo es una fuente vitamínica natural rica en vitaminas: B2, B3, B6, B9, B12, niacina y derivados de la vitamina A (retinol, alfa y betacaroteno y licopeno). La vitamina B3 favorece la circulación, la vitamina B9 o ácido fólico es necesaria para el desarrollo fetal y por tanto su consumo es ideal para mujeres embarazadas.
Asimismo, su alto contenido de derivados de la vitamina A, lo convierten en un excelente potenciador de la salud ocular. Mientras que por considerarse un alimento niacinado (debido a su elevado contenido de niacina), el pollo protege de enfermedades cancerígenas y de los diferentes daños genéticos al ADN.
Además, el hígado de pollo es esencial para el crecimiento saludable de los tejidos. De hecho, tiene un efecto determinante en la piel, ya que su alto contenido de riboflavina o vitamina B2 combate la resequedad de los labios y de la piel en general.
Carne baja en grasa y de fácil digestibilidad
Cuando le quitamos la piel al pollo, obtenemos una carne magra baja en grasa y en consecuencia, baja en colesterol. No obstante, la carne sigue siendo rica en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, lo que la convierte en un alimento ideal para todo tipo de dietas, sobre todo, para el control de peso y masa muscular.
Los cortes de pollo más demandados en este renglón son la pechuga y los muslos de pollo. Estos cortes son muy magros y suelen ser los más recomendados para la alimentación de personas con padecimientos cardiovasculares. Esta particularidad también confiere mayor poder de digestibilidad favoreciendo su uso para quienes sufren de trastornos digestivos. Además, su suave sabor y fácil masticación lo convierten en uno de los alimentos preferidos de los pequeños de la casa.
Muy accesible
El pollo es un alimento que se conoce y se consume a nivel mundial en un sinfín de presentaciones. Una de las grandes ventajas de su popular uso es que es una de las proteínas cárnicas de menor coste en el mercado. Esta es una de las razones por las que el pollo se ha convertido en un alimento común que suele encontrarse en una dieta básica de personas de todas las edades y culturas a nivel mundial.
Una carne con muchas posibilidades culinarias
Terminaremos las propiedades de la carne y, particularmente del pollo, diciendo que es una carne blanca muy versátil. Su impresionante versatilidad hace que podamos cocinar pollo de muchas maneras diferentes: frito, a la plancha, a la barbacoa, relleno, al horno, guisado, con arroz, con pasta, con verduras y hortalizas, entre otros. Al ser una carne de sabor suave o neutro, tiene la habilidad de incorporar gran multiplicidad de sabores. Esta gran versatilidad es una gran ventaja culinaria, y gracias a ella la diversidad que existe en el mundo respecto a los platos que se pueden preparar con pollo, es inagotable.
Los principales ingredientes de la receta de arroz con pollo y verduras que acabamos de referir tienen una composición de vitaminas, minerales, carbohidratos y proteínas impresionante. El pollo, el arroz y las verduras son alimentos que individualmente otorgan beneficios ilimitados para el organismo. Además, la versatilidad de cada uno es inmensa. Podemos preparar pollo asado, ensalada de verduras, arroz tres delicias, y otras tantas elaboraciones culinarias muy diversas. Sin embargo, combinar en un solo plato estos tres ingredientes es nutricionalmente muy valorado, tanto para la salud como para la alimentación en general.
En FrutaMare siempre te ofrecemos deliciosas recetas, pero nunca dejamos de hacerlo pensando en la nutrición y la salud. El arroz con pollo y verduras es una forma de brindarte un plato sumamente saludable y ligero. Su composición habla por sí sola. En primer lugar tenemos el pollo; una carne blanca, magra y de poca grasa, de alta digestibilidad y elevado valor biológico y proteínico, ideal para tus dietas. En segundo lugar, las verduras, las que pueden variar dependiendo de lo que tengamos a la mano y, sea cual sea tu elección, siempre resultará de gran provecho. Y en tercer lugar, tenemos el arroz. El arroz es un alimento rico en minerales y fibra, un alimento de lenta absorción que contribuye con el control y el mantenimiento del peso corporal.
Además de estos grandes beneficios, nuestra receta de arroz con pollo y verduras es bastante práctica, sencilla y fácil de personalizar. Basta poner en marcha los cuatro pasos que hemos descrito, para conseguir una deliciosa combinación de sabores que incluye una mezcla perfecta de proteínas y vitaminas, en una presentación culinaria a la que tu paladar no podrá resistirse.
▷ Prueba el Arroz con pollo y verduras
El arroz es uno de los cereales que se prepara en casi todo el mundo; su variedad y diversas maneras de cocinar lo convierten en una comida sencilla, práctica y muy variable. Entre las muchas recetas que se pueden hacer con arroz, el arroz con pollo y verduras es un plato tradicional que no puede faltar en tu mesa. No solo es simple y bueno, sino que es rápido de hacer y muy atractivo: atraerá a los que aman la carne y a los que quieren a las verduras.
Tipo: plato principal
Cocina: Mediterránea y Latina
Palabras clave: Arroz con pollo y verduras
Rendimiento de la receta: 4 personas
Tiempo de preparación: 5M
Tiempo de cocinado: 35M
Tiempo total: 40M
Ingredientes de la receta:
- 2 tomates (80 g)
- Medio calabacín o un calabacín pequeño
- Aceite de oliva (suficiente para el sofrito)
- 1 cebolla mediana o dos pequeñas (60 g)
- Sal y pimienta negra (al gusto)
- 1 taza de arroz (240 g)
- 2 dientes de ajo (6 g)
- 2 o 3 pechugas de pollo (300 g)
- 1 taza de guisantes (150 g)
- 5 hebras de azafrán (1 g)
- 1/2 pimiento verde o rojo (40 g)
- 1 pastilla para preparar caldo de pollo
- 1 limón
Instrucciones de la receta:
Primer paso:
Para comenzar con nuestra preparación, vamos a lavar y trocear nuestras verduras: calabacín, tomates, cebollas, pimientos y ajos: Picamos la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo en trozos pequeños. Picamos también los tomates y los calabacines en trozos pequeños (apartar y reservar). Ponemos a calentar en una cacerola grande (ancha y honda), un chorro de aceite de oliva. Una vez que esté caliente el aceite, agregamos las verduras que hemos picado: cebollas, pimientos y ajos. Añadimos sal y pimienta al gusto. Cocinamos por unos 5 minutos hasta que las verduras se ablanden.
Segundo paso:
Adquiere tu pollo en donde sueles hacerlo. Cerciórate de que las pechugas estén frescas y tengan suficiente carne. Es necesario retirar la piel para preparar un arroz con pollo y verduras sin grasas y con alto valor nutritivo. Tomamos una tabla y procedemos a trocear las pechugas en tiras finas o trozos pequeños (como prefieras). Una vez que tengas tu pollo troceado: Salpimentamos y agregamos el zumo de limón. Colocamos a macerar por unos minutos. Una vez que las verduras estén listas, añade el pollo a la cacerola. Al incorporar el pollo, se debe usar fuego ligero y remover constantemente. Cocinar por unos 10 minutos de manera que el pollo adquiera cierto color sin llegar a cocerse por completo. Cuando el pollo se haya cocinado tal como hemos indicado en el punto anterior, procedemos a agregar los tomates y los calabacines que hemos troceado inicialmente. Continuamos revolviendo por unos 5 minutos más. Cocinamos a fuego ligero.
Tercer paso:
Ahora corresponde el turno de preparar el arroz. Para ello procedemos así: Ponemos a hervir agua en una cazuela aparte (recordemos que la cantidad de agua debe ser, en promedio, el doble por medida de arroz). Cuando el agua haya hervido, se agrega el arroz junto con la pastilla para caldo. Se baja un poco la llama, se tapa el arroz y se deja que el arroz se cueza por unos 4 o 5 minutos (sin dejar que llegue a estar demasiado blando). Luego de este tiempo, se escurre el arroz y se añade a la mezcla de pollo en trozos y verduras. Se debe remover constantemente hasta lograr que todos los ingredientes se incorporen. Cuando aprecies una mezcla más o menos homogénea, puedes añadir las hebras de azafrán para otorgar color y más sabor al plato. (Si no dispones de azafrán puedes usar colorante alimentario). Después del azafrán puedes agregar los guisantes, probar y agregar sal y pimienta de ser necesario.
Cuarto paso:
El acabado de la receta se refiere a los toques finales que debemos ir dando a nuestra preparación. Para ir finalizando con nuestra receta de arroz con pollo y verduras debemos remover unos dos o tres minutos más la mezcla. La idea es terminar de cocinar el pollo y el arroz Para incrementar el sabor, podemos adicionar unas cucharadas de caldo. Luego dejamos hervir por un tiempo adicional hasta lograr la consistencia del arroz que deseemos. Una vez que se haya evaporado el caldo y el arroz se haya cocido, se procede a apagar el fuego y a retirar la cacerola del calor. Tomamos un paño limpio y seco y tapamos nuestra preparación. Dejamos reposar por unos cinco minutos para asegurarnos de que el arroz logre un sabor agradable y una textura al dente. Después del reposo se sirve caliente. Puedes acompañar con rebanadas de pan.
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