Que la fruta es un alimento sano lo tenemos todos claro. Consumirla a diario contribuye a mantener una dieta equilibrada, a la vez que proporciona beneficios diversos. Estos van desde el aporte de vitaminas y nutrientes esenciales, al suministro regular de antioxidantes naturales, pasando por la eliminación de toxinas, la mejora del tránsito intestinal, o la reducción de los niveles de colesterol. ¿Lo mejor? Hay muchas maneras de consumir fruta. Hoy te hablaremos de la mermelada de limón casera.
Esta mermelada, al tener el limón natural como base, ofrece un bajo nivel de calorías y de grasa, y un alto contenido en agua y fibra. Eso la hace aliada natural de cualquier régimen alimenticio que busque la pérdida de peso. Esta receta de mermelada de limón demuestra, además, que la fruta es un alimento muy versátil en la cocina. Por ello los cítricos en general, y el limón en concreto, suelen usarse en la preparación de distintas recetas por sus características y su sabor.
El principal beneficio que encontrarás en esta mermelada de limón casera y que no pueden ofrecerte las mermeladas comerciales es su mejora nutricional. ¿No tienes la impresión de que las mermeladas que venden ya hechas tienen mucho azúcar y poca fruta? No te equivocas, y nosotros queremos invertir las tornas. Reducir azúcar y aumentar limón.
Al margen de que en términos de comida sana esta mermelada de limón casera sea una apuesta infinitamente mejor que la comercial, ya que te libras de aditivos y conservantes, la diferencia también es más que notable desde el punto de vista del sabor.
Así pues, esta receta de mermelada de limón es una receta fácil y nutritiva que además puedes conservar en las condiciones de envasado que te diremos más adelante. También te daremos trucos de preparación, por ejemplo el de cómo evitar que la mermelada quede demasiado líquida. Antes de eso, empezamos con el mejor de los consejos: comprar limones de la mejor calidad posible. En FrutaMare los recibes directamente en tu casa, frescos y 100% naturales.
Ingredientes para la receta de Mermelada de limón
Estás a punto de comprobar lo sencillo que es preparar esta mermelada de limón, y los poquísimos ingredientes que se necesitan. Lo principal es saber dónde comprar los mejores cítricos, y aquí tienes la lista de la compra completa:
- 1 kg de limones
- Azúcar
- Agua
- Sal
- 1 vaina de vainilla
Preparación de la receta Mermelada de limón
Antes de empezar con esta receta de mermelada de limón queremos darte un par de recomendaciones en relación a la acidez y al alto contenido en agua del limón. Son consejos opcionales, pero creemos que te resultarán útiles.
Si quieres rebajar su acidez, parte los limones por la mitad y sumérgelos en agua con un poco de sal. Mantenlos allí durante 48 horas, y cambia el agua unas tres veces al día sin agregar más sal. Este consejo te será útil también al preparar otras recetas cuyo protagonista es el limón, como el sorbete de limón o la tarta de limón.
El segundo truco tiene que ver con algo que te comentamos antes. La elaboración de mermeladas de fruta topa con la dificultad de que aquellas que contienen elevadas dosis de agua, como el limón, suelen quedar más líquidas de lo que desearíamos. Eso no pasa por ejemplo con la manzana, porque tiene mucha pectina. Esta sustancia es un espesante natural presente en mayor o menor proporción en las frutas.
Pues bien, en el caso del limón puedes crearla utilizando sus propias semillas. Te decimos cómo hacerlo en el primer paso de esta receta de mermelada de limón.
Primer paso:
En realidad, lo que diremos ahora es previo a la preparación de la mermelada de limón. De la misma manera que te sugerimos poner en remojo los limones partidos para reducir la acidez, ahora el consejo es: retira las semillas del limón.
A continuación ponlas en una gasa que atarás, cubrirás con papel transparente y depositarán en una taza o bol con agua. Una vez hecho esto, guárdala en la nevera durante tres días. El propósito de este paso es que se produzca ese espesante del cual acabamos de hablar, que contribuirá a que la mermelada de limón obtenga la textura apropiada.
Transcurrido el tiempo en el que hayas tenido los limones en remojo, has de pelar los limones y seleccionar unas cuantas cáscaras de limón. Cuando las tengas, debes rallarlas o cortarlas finas evitando las fibras blancas, que son lo que mayor amargor aportaría a la receta.
Segundo paso:
Ahora es el momento de extraer la pulpa de los limones y conservar el zumo que obtendrás al hacerlo. Acto seguido pesa ambos en una báscula de cocina. El resultado que aparezca en la pantalla será la cantidad de azúcar que necesitarás. Pongamos que 500 g de pulpa y jugo equivaldrían a otros 500 g de azúcar para la mermelada.
Escoge una olla ancha y vuelca dentro el zumo, la pulpa, el azúcar, las ralladuras o tiras de limón de las cáscaras, la vaina de vainilla, una pizca de sal y también el agua con las semillas que tenías reservadas desde hacía tres días.
Gradúa a fuego medio-bajo durante una hora o tal vez unos minutos más (70 – 80). Pasado ese tiempo, retira las semillas y tritura la mezcla con una batidora para no encontrar grumos o pedacitos de limón.
Guarda la mermelada en botes de cristal y ciérralos bien. Espera a que la mermelada de limón se enfríe antes de llevar los botes a la nevera.
Para terminar, unas recomendaciones finales: toma en cuenta que la mermelada de limón espesa a medida que enfría. Ten presente también que, si trituras demasiado la mezcla con la batidora para deshacer los grumos, corres el riesgo de que quede muy licuada y se convierta en zumo. Así pues, dale algún toque de batidora, pero con moderación.
En cuanto a la mermelada envasada en botes de cristal, estos se conservarán en buenas condiciones sin abrir hasta seis meses. Cuando los tengas llenos, puedes esterilizar los botes metiéndolos en una olla y sumergiéndose al baño maría, cambiando el agua y dejándola hervir durante unos 10 minutos. Sabrás que el vacío se ha logrado si las tapas de rosca de los botes están duras.
Por otra parte, en lugar de azúcar blanco puedes usar azúcar moreno, o incluso edulcorante. Así esta receta de mermelada de limón será aún más sana. Por supuesto, también existe la opción de hacer mermelada con otras frutas de temporada, como la mandarina o la naranja. El procedimiento a seguir es el mismo o muy parecido a este que acabamos de compartir contigo.
Por supuesto, también puedes combinar esta receta de mermelada de limón con otros componentes. Por ejemplo, jengibre. Hacerlo no comporta ningún paso adicional. Si quieres probar esta variación, simplemente agrega una cucharada de jengibre en polvo a la olla donde has volcado los limones, las ralladuras, el azúcar y todo lo demás.
Es evidente que preparar una mermelada de limón casera toma algo más de tiempo que comprarla hecha, pero ni tú ni yo tenemos dudas sobre el hecho de que la mermelada de limón casera es incomparablemente mejor. En todos los sentidos.
Mermelada de limón
Que la fruta es un alimento sano lo tenemos todos claro. Consumirla a diario contribuye a mantener una dieta equilibrada, a la vez que proporciona beneficios diversos. Estos van desde el aporte de vitaminas y nutrientes esenciales, al suministro regular de antioxidantes naturales, pasando por la eliminación de toxinas, la mejora del tránsito intestinal, o la reducción de los niveles de colesterol. ¿Lo mejor? Hay muchas maneras de consumir fruta. Hoy te hablaremos de la mermelada de limón casera.
Tipo: Desayuno
Cocina: Mediterránea
Palabras clave: Mermelada de limón
Rendimiento de la receta: 2 personas
Tiempo de preparación: 5M
Tiempo de cocinado: 85M
Tiempo total: 90M
Ingredientes de la receta:
- 1 kg de limones
- Azúcar
- Agua
- Sal
- 1 vaina de vainilla
Instrucciones de la receta:
Primer paso:
En realidad, lo que diremos ahora es previo a la preparación de la mermelada de limón. De la misma manera que te sugerimos poner en remojo los limones partidos para reducir la acidez, ahora el consejo es: retira las semillas del limón. A continuación ponlas en una gasa que atarás, cubrirás con papel transparente y depositarán en una taza o bol con agua. Una vez hecho esto, guárdala en la nevera durante tres días. El propósito de este paso es que se produzca ese espesante del cual acabamos de hablar, que contribuirá a que la mermelada de limón obtenga la textura apropiada. Transcurrido el tiempo en el que hayas tenido los limones en remojo, has de pelar los limones y seleccionar unas cuantas cáscaras de limón. Cuando las tengas, debes rallarlas o cortarlas finas evitando las fibras blancas, que son lo que mayor amargor aportaría a la receta.
Segundo paso:
Ahora es el momento de extraer la pulpa de los limones y conservar el zumo que obtendrás al hacerlo. Acto seguido pesa ambos en una báscula de cocina. El resultado que aparezca en la pantalla será la cantidad de azúcar que necesitarás. Pongamos que 500 g de pulpa y jugo equivaldrían a otros 500 g de azúcar para la mermelada. Escoge una olla ancha y vuelca dentro el zumo, la pulpa, el azúcar, las ralladuras o tiras de limón de las cáscaras, la vaina de vainilla, una pizca de sal y también el agua con las semillas que tenías reservadas desde hacía tres días. Gradúa a fuego medio-bajo durante una hora o tal vez unos minutos más (70 - 80). Pasado ese tiempo, retira las semillas y tritura la mezcla con una batidora para no encontrar grumos o pedacitos de limón. Guarda la mermelada en botes de cristal y ciérralos bien. Espera a que la mermelada de limón se enfríe antes de llevar los botes a la nevera.
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