Cuando se trata de hablar de frutas y verdura, no se puede dejar fuera a uno de los alimentos más nutritivos y deliciosos. Nos referimos a las alcachofas, esa verdura que surgió en el Mediterráneo y que ha sido utilizada a través de los siglos debido a sus grandes propiedades medicinales que se traducen en salud y bienestar.
Entre los grandes beneficios de las alcachofas para la salud, destacan la disminución de los niveles de azúcar en la sangre; el mejoramiento en la salud del corazón, así como del hígado; y también que ayuda a facilitar el proceso de digestión.
Te vamos a contar todo sobre la temporada de alcachofas, porque queremos que aproveches al máximo todos los nutrientes que contienen. Aunque parezca increíble, en tan solo una alcachofa mediana de 128 gramos se incluyen abundantes carbohidratos, fibra, proteína, Vitamina A, Vitamina C, Vitamina B6, Vitamina K, Tiamina, Riboflavina, Niacina, Folato, Hierro, Magnesio, Fósforo, Potasio, Calcio y Zinc.
El tiempo de alcachofas es el invierno. Ahora bien, si lo que quieres es saber cuándo se recogen las alcachofas, esto se hace a partir del mes de octubre.
De tal manera, la mejor época de alcachofas se da durante el otoño y la primavera, momento en que finaliza su cosecha en la región mediterránea.
Este es el mejor momento para que te adentres en el saludable mundo de esta verdura, para que no te olvides de incluirla en tu lista del supermercado y, así, puedas llevar los mejores alimentos para ti y tu familia.
Las alcachofas son bajas en grasa, una cualidad que resalta aún más cuando se considera que son abundantes en vitaminas, minerales y antioxidantes. Su contenido de proteínas es superior al que tienen la mayoría de las verduras y, lo mejor de todo, es que en una pieza de tamaño mediano solo hay 60 calorías. ¡No las dejes fuera de tu alimentación!
¿Cuándo es la temporada de alcachofas en España?
Las alcachofas se encuentran dentro de las verduras con proteínas más exquisitas que se puedan incluir en cualquier régimen alimenticio: una pieza de tamaño mediano contiene 4,2 gramos de proteína que el organismo utiliza para construir más de estas macromoléculas que son la base de los tejidos, músculos, y que también son responsables de normalizar los fluidos del cuerpo.
Las proteínas que proporciona la alcachofa se agrupan dentro de la categoría de verduras frescas y se componen principalmente por aminoácidos, entre ellos el denominado triptófano, los cuales se desintegran en el organismo para su correcta asimilación.
Al ser tan importantes para la salud, no es de extrañar que España produzca anualmente la sorprendente cantidad de más de 221 mil toneladas en la época de alcachofas. Dicha cifra corresponde al 25% de toda la producción que se da en Europa.
Esta nutritiva verdura, que se ha demostrado tiene la capacidad de reducir el colesterol malo hasta en un 22%, cuando se consume el extracto de sus hojas durante al menos 5-13 semanas, se planta principalmente en la Comunidad Valenciana y también en la Región de Murcia, debido a que ahí predominan condiciones propias del mediterráneo.
Asimismo, se pueden encontrar cultivos de alcachofas en diferentes partes de Cataluña, Madrid, La Rioja, Navarra y Andalucía.
Por si fuera poco, la Asociación Alcachofa de España se encarga de cosecharla en Tudela, Valle del Guadalentín, Zafarraya, Almería, Vega Baja del Segura y Campo de Cartagena. Todo, con la convicción de que es una de las verduras con mayor versatilidad que puede existir, debido a que incluye un compuesto activo llamado cinarina, un ácido altamente beneficioso para el organismo por sus atributos coleréticos y colagogos que evitan el almacenamiento de grasa en el hígado, el desarrollo de piedras en la vesícula biliar y ayudan a la eliminación de los deshechos a través de la orina.
Las zonas ideales para el tiempo de alcachofas son aquellas que tienen un clima fresco durante el invierno y una altitud elevada. Por supuesto, el mejor momento para consumirlas es justo cuando se recogen las alcachofas, es decir, durante los meses de marzo y noviembre. Pero, es completamente normal encontrar algunos campos de esta verdura en septiembre, junio y también en mayo.
A grandes rasgos, se puede afirmar que las plantas de alcachofas tienen una duración de dos temporadas y vuelven a reiniciar su ciclo cada segundo año en los campos, siendo mayormente productivas después de 3-4 meses; es en ese momento cuando se obtiene la primera parte de la cosecha y, tras 2-3 meses, se recoge una segunda ración.
El 10% del total de cultivo de alcachofa es de su semilla, mientras que el porcentaje restante corresponde al tallo de la planta, mismo que es sembrado con la finalidad de multiplicar al máximo posible esta gran verdura.
De entre todas sus características, lo que más llama la atención en la temporada de alcachofas es su flor, que llega a medir hasta 8-12 cm de diámetro y a pesar hasta 100 gramos; tiene un deslumbrante color verde y un inimitable sabor.
¿Cómo conservar las alcachofas?
Después de asegurarte de haber adquirido las más frescas y saludables alcachofas, seleccionando aquellas que son de buen tamaño, tienen una base compacta y gruesa, están bien formadas y les caracteriza un color verde claro; es momento de conservarlas adecuadamente.
Existen diversos métodos para conservar tus alcachofas, dependiendo de cuánto tiempo requieres antes de cocinarlas. En cualquier caso, el objetivo es preservar sus propiedades nutritivas y deleitar a todos con su sabor.
Si vas a cocinar las alcachofas el mismo día que las compraste, lo recomendable es sencillamente introducirlas en tu nevera, sin que sea necesario lavarlas en ese momento. Para mantener su frescura utiliza bolsas de plástico herméticas e introdúcelas en la sección más fría de tu frigorífico.
Cuando su nivel de frescura es muy alto, puedes conservar las alcachofas en bolsas de plástico hasta un máximo de 7 días, siempre y cuando no retires las hojas externas y tampoco su tallo, puesto que estos elementos las protegen. Si mantienes los tallos intactos, incluso puedes colocar las alcachofas dentro de un vaso con agua, como si se tratara de un hermoso ramo de flores.
Finalmente, si aún no tienes idea de cuándo vas a cocinar tus alcachofas, para preservarlas utiliza recipientes de cristal donde puedas colocarlas al vacío. En este caso, tienes que lavarlas, pelarlas y también ponerlas en agua hirviendo. De preferencia, córtalas en trozos que faciliten su inserción en los recipientes, previamente esterilizados. De esta forma, tu verdura estará en las mejores condiciones por un considerable tiempo.
¿Cómo pelar las alcachofas?
Las alcachofas forman parte de los alimentos abundantes en Vitamina A, dicho compuesto liposoluble es esencial para muchos procesos en el organismo, como tener una adecuada visión; garantizar el buen funcionamiento del sistema inmunológico y órganos; así como ayudar en el crecimiento y desarrollo de bebés en gestación.
Esta es una de las principales razones por las que es fundamental aprender a pelar las alcachofas de forma correcta. Para conseguirlo, lo primero que se debe hacer es cortar el tallo y retirar cuidadosamente cada una de sus hojas, para dejar su nutritivo corazón visible.
Posteriormente, se corta el rabo que aparece cuando se apartan las hojas. Asimismo, es importante que te cerciores de cortar todos los restos de hojas que puedan mantenerse en la parte inferior de las alcachofas.
Después, hay que cortar a una distancia de 2 cm desde su extremo superior, para que solo prevalezca el corazón de la verdura entre tus manos. Mientras vas pelando cada pieza de alcachofa, asegúrate de colocarlas dentro de un recipiente de buen tamaño, en el que coloques agua y el zumo de un limón, para evitar que se oxiden.
En esencia, lo más importante al pelar las alcachofas es desprender todas las hojas y dejar solo su corazón. Además del proceso que te hemos compartido en líneas anteriores, puedes apoyarte de un pelador para retirar la zona verde del tallo. Corta en trozos las alcachofas si piensas preparar un estofado, o en capas delgadas si lo que deseas es freírlas.
La alcachofa es una de las verduras más saludables, ricas y versátiles que puedas incluir en tu cocina. Con ellas puedes preparar toda una gran diversidad de platillos, desde comerlas en su forma natural, frescas y crudas; rellenas; hervidas; guisadas; fritas; e incluso al horno.
El sabor de esta verdura que crece en abundancia en el Mediterráneo es sutil y sin igual. Lo mejor es que, pese a que su plantación se da sobre todo durante el invierno, se pueden consumir y encontrar tanto en el otoño como en la primavera.
El cultivo de alcachofas en España es uno de los más fructíferos en toda Europa, se producen miles de toneladas de forma anual. Se seleccionan los mejores lugares, donde el invierno no es cruento sino fresco y la altitud es adecuada para que sus flores florezcan a sus anchas. Las zonas donde se produce principalmente son la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, pero también destaca su siembra en Cataluña, Madrid, La Rioja, Navarra y Andalucía.
Para disfrutar de todos sus nutrientes es necesario seleccionar las alcachofas más frescas, encontrando aquellas de mejor tamaño y color. Además, posteriormente, hay que conservarlas y pelarlas adecuadamente, siempre teniendo en consideración el tiempo que tardarás en prepararlas, desde cuestión de minutos hasta incluso algunas semanas; esta es la bondad de esta clase de verdura.
Al incluir este alimento en tus comidas durante toda la temporada de alcachofas, tienes la seguridad de estar nutriéndote a ti y a tu familia con abundante proteína, minerales, aminoácidos y vitaminas esenciales que protegen la salud del corazón, mantienen fuerte al sistema inmune e incluso preservan la salud de la visión, atributos que solo son comparables con las propiedades del mango.
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