La mandarina, una de las joyas de la fruticultura mediterránea; por su dulce sabor y agradable aroma, es una de las frutas cítricas que más gusta en el mundo. Sin embargo, su historia, aunque un tanto incierta; al parecer, no tiene nada que ver con la levantina. Se cree que las mandarinas se originaron hace ocho millones de años en China. Allí, la fruta se consideraba un símbolo de poder; de hecho, recibieron su nombre en honor a la antigua nobleza china, las llamadas “mandarinas”, ya que en aquellos días solo los ricos podían permitirse una fruta tan exquisita y costosa. También se cree que el color de las togas que usaban los gobernantes de la antigua China tuvo influencia en la denominación de esta colorida fruta.
Lo que sí se sabe con certeza es que las mandarinas, hoy por hoy, son un producto muy popular y querido a nivel mundial. Su dulzor, su fácil manipulación y su suave textura la convierten en un alimento encantador para niños, jóvenes y ancianos. Esta es una fruta dulce que no solo se consume fresca (sobre todo en otoño-invierno), sino que también se utiliza en recetas de postres, mermeladas, frutas confitadas, bebidas dulces, e incluso, en la preparación de otros platos. También es posible obtener sus zumos, en estos se mantienen las mismas propiedades y contenido calórico de la fruta fresca. Y, por si fuera poco, las hojas de mandarina se pueden utilizar para preparar infusiones; mientras que de su cáscara se pueden obtener aceites esenciales de interés cosmetológico.
Las propiedades de la mandarina radican en el contenido de sus nutrientes y minerales. La mandarina, cuyo nombre científico es Citrus Reticulata; es una fruta rica en vitamina A, C, flavonoides, azúcares naturales, fibra y minerales como magnesio, fósforo, hierro, calcio y potasio. Además, es uno de los cítricos más dulces que existen en la naturaleza.
Los beneficios de la mandarina para el cuerpo son variados e invaluables. En particular, las vitaminas de la mandarina la convierten en un alimento importante para combatir y prevenir resfriados, sobre todo, en la estación fría. Esta fruta también participa en el tratamiento de otras afecciones orgánicas y contribuye con el bienestar general.
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En fin, ¿Quieres saber por qué las mandarinas facilitan el control intestinal? ¿Sabías que las mandarinas tienen propiedades anticancerígenas, antioxidantes y contribuyen en el fortalecimiento del sistema inmunológico? Quizás no tenemos idea de todos los beneficios que otorga el consumo de mandarinas. En este post te mostraremos, las propiedades de esta fruta tan deliciosa y las ventajas de su consumo.
Propiedades de la mandarina
Hablar de las vitaminas de la mandarina y sus propiedades, nos remite a hacer una revisión importante sobre su valor nutricional. Y, aunque existen muchas variedades de esta fruta, sea cual sea la especie, todas las mandarinas tienen vitamina C, A, E y complejo B. A este contenido vitamínico se suma que poseen una cantidad razonable de sales minerales como fósforo, calcio, zinc, cobre, manganeso, magnesio, sodio, hierro y potasio.
Particularmente, debemos destacar que gracias a las propiedades de la mandarina y su cantidad de fósforo y hierro, la mandarina favorece el desarrollo del esqueleto; mientras que su contenido de magnesio tonifica las articulaciones. Esta fruta es muy recomendable para niños en crecimiento.
La mandarina también es rica en aminoácidos, proteínas y carbohidratos como la sacarosa, fructosa y dextrosa, a los que debe su dulzura y agradable sabor. Por otra parte, este cítrico dulzón también contiene agua, es bajo en calorías y rico en fibra; estas propiedades le convierten en un excelente alimento dietético que favorece el tránsito intestinal y controla afecciones urinarias.
Para saber más sobre las propiedades y beneficios de la mandarina, veamos qué hace a esta fruta de especial interés tanto para la salud como para la alimentación y nutrición en general.
1- Tiene altas propiedades vitamínicas
La mandarina es especialmente, una buena fuente de vitamina C; un antioxidante natural muy poderoso capaz de neutralizar los radicales libres y prevenir el envejecimiento prematuro. Además, es una de las frutas de temporada que se consume, sobre todo, en la época de invierno para tratar los resfriados propios del clima invernal o, para prevenir enfermedades virales y estimular el sistema inmunológico.
La pulpa de la mandarina también contiene vitamina A, una vitamina que tiene una participación importante en la salud de los ojos y la vista. Asimismo, esta fruta es muy útil para el tratamiento como coadyuvante o preventivo en casos de trastornos depresivos; esto se debe a la proporción de vitamina B6 que también posee.
2- Rica en minerales
Realmente esta fruta, es un alimento completo. Posee nutrientes minerales que son vitales para el organismo. Su contenido de magnesio, fósforo y calcio le otorgan la capacidad de favorecer el crecimiento de los huesos y la prevención de la osteoporosis. De hecho, consumir a diario una taza de retoños de mandarina aporta entre 2 y 4% de la proporción que se recomienda diaria de estos tres minerales.
Las propiedades de las mandarinas son inagotables. Y es que también es rica en potasio, un elemento que forma parte de la regulación de la presión arterial y de muchos procesos fisiológicos.
3- Baja en calorías
A pesar de su sabor dulce, la mandarina es una fruta de bajo contenido calórico. Por tanto, es una opción saludable para incluir en el menú, sin escaparse de la dieta. Las calorías de la fruta no generan ningún tipo de consecuencia en la salud del organismo ya que, sus azúcares naturales no afectan el contenido de glucosa en la sangre y, por cada 100g de mandarina tan solo consumes en promedio 40 o 50 calorías. La mandarina contribuye con la pérdida de peso y su ingesta es muy recomendada en casos de obesidad.
4- Ricas en Flavonoides
Los flavonoides son un grupo de fitonutrientes o químicos vegetales que desempeñan varias funciones en el organismo. Estos compuestos son los responsables de ese hermoso color naranja de la mandarina. Los flavonoides se encuentran en las partes blancas que rodean el gajo de la fruta; por ello es recomendable su ingesta.
En las mandarinas, se encuentran especialmente la tangeretina, la hersperidina y la rutina; estos son excelentes antioxidantes. Se cree que la tangeretina y la rutina actúan en la prevención del cáncer y contrarrestan la formación de tumores y las inflamaciones crónicas. Por su parte, la hersperidina (asociada con la naringina, otro flavonoide de la mandarina), favorece la reducción de los niveles de colesterol, mejora la integridad de los vasos sanguíneos, disminuye la permeabilidad capilar y sirve como complemento en pacientes con fragilidad vascular.
Asimismo, pese al sabor dulzón de las mandarinas, estas no están contraindicadas para pacientes diabéticos, al contrario, la presencia de flavonoides ayuda a controlar la glucosa en sangre del organismo. De manera que, este cítrico tan peculiar, también participa en la prevención de la diabetes. Lo que se sugiere, en algunos casos, es un consumo moderado.
5- Rica en Fibra
La mandarina contiene menos vitamina C que la naranja pero su contenido en fibra es tres veces superior. La fibra dietética está asociada con la prevención de problemas digestivos. Existen dos tipos de fibra dietética y la mandarina es rica en ambos.
Tenemos una fibra que es soluble y otra que es insoluble. La primera, es de gran ayuda para la reducción del colesterol y el control de la glucosa en sangre y, la segunda, reduce el riesgo de sufrir enfermedades diverticulares, facilita el tránsito intestinal, trata los síntomas gastrointestinales y alivia el estreñimiento.
Gracias a la gran cantidad de fibra presente en la mandarina, su ingesta es especialmente adecuada para el bienestar del intestino y se recomienda en las dietas porque es de fácil digestión. Además, sus semillas, incluso masticadas, no solo no molestan, sino que aportan vitaminas.
Beneficios y vitaminas de la mandarina
La mandarina es una fruta llena de beneficios, dada la gran cantidad de minerales y vitaminas presentes en la pulpa y en las fibras blancas que la rodean. Su alto contenido de vitamina C, la convierte en una fruta en la que sus beneficios son más demandados en invierno, para prevenir resfriados, enfermedades virales y pérdidas en el sistema inmunológico.
Un par de mandarinas te aporta el 50% de vitamina C que necesitas en un día normal de actividad. Es decir, son piezas de fruta con un gran aporte vitamínico para tu organismo. En la composición de la mandarina hay cantidades considerables de calcio, potasio y fibras solubles, imprescindibles para el buen funcionamiento del intestino grueso y delgado. Así pues, las mandarinas también ayudan a depurar el organismo y a mejorar el metabolismo.
A continuación, toma nota de los principales beneficios de la mandarina, seguro que conocerlos te anima a consumir esta fruta de forma habitual.
1- Una fruta que fortalece los músculos y la masa muscular
Las mandarinas, como hemos dicho, son alimentos con proteínas que contienen aminoácidos esenciales para el organismo tales como isoleucina, el triptófano, la fenilalanina, la metionina, la leucina, entre otros. Estos aminoácidos tienen la propiedad de combinarse para formar proteínas; compuestos importantes para la constitución de los músculos y el mantenimiento de la masa muscular.
2- Un antigripal por excelencia
En gran medida, la mandarina es un antigripal por excelencia ya que puede tratar y prevenir la gripe gracias a su alta proporción de vitamina C que tanto se aprecia. Además, su acción es rápida y eficaz. Por tanto, puedes consumir mandarinas no solo para prevenir los resfriados, sino también para atenuar sus efectos una vez que te hayas contagiado.
3- Previene la anemia
El consumo de mandarina también ayuda a prevenir la anemia, que es una disminución en la cantidad de glóbulos rojos en la sangre. Esto se debe a que la mandarina ayuda al cuerpo a absorber el hierro de los alimentos, por lo que tu sangre será más rica y tus defensas, por tanto, más altas. Su acción es más efectiva, especialmente si se consume con vegetales ricos en minerales, como frijoles y otras legumbres, cereales integrales y vegetales de color verde oscuro.
4- Ayuda contra el estreñimiento
La fibra es uno de los principales elementos de la pulpa de mandarina, cuyos beneficios se han escrito y contado mucho, la fibra ayuda a limpiar el cuerpo, tiene un bajo contenido calórico, ayuda en la prevención de la aterosclerosis, promueve una mejor absorción de los alimentos y, en total, contribuye a una digestión adecuada y confortable.
Algunos ácidos orgánicos contenidos en la pulpa de mandarina tienen un efecto beneficioso sobre las enzimas del jugo gástrico y hacen más cómodo el proceso de digestión de los alimentos. La cantidad de fibra que aportan las mandarinas es considerablemente alta, lo que las convierte en una gran aliada para las personas con problemas de estreñimiento.
Además, tienen un índice calórico muy bajo, lo que sumado a la sensación de plenitud que ofrece la fibra también te ayudará a adelgazar.
5- Es un refuerzo para el corazón y prevención de enfermedades cardiovasculares
Los flavonoides presentes en la pulpa y las semillas de la mandarina ayudan a regular los niveles de colesterol LDL en el organismo. Esto facilita que la sangre fluya y nutra las células del cuerpo de manera eficiente. De forma que, el consumo de mandarina reduce el riesgo de aterosclerosis y la acumulación de grasa en las arterias, que puede provocar infartos y accidentes cerebrovasculares.
Por otra parte, algunos estudios han demostrado que el consumo de cítricos se asocia a un bajo riesgo de enfermedades degenerativas, ya que las frutas ricas en vitamina C actúan como un antioxidante natural capaz de prevenir y retrasar la acción de los radicales libres.
Asimismo, las paredes de los vasos sanguíneos también reclaman vitaminas y alimentos que las protegen. En este caso, la mencionada vitamina C va a seguir siendo tu gran aliada. Y así, con un par de mandarinas al día, puedes hacer mucho por tu corazón y por tu salud general.
6- Fortalece el sistema inmunitario
Los cítricos fortalecen las defensas del organismo y actúan de forma eficaz contra las infecciones. Aquellas personas que consumen mandarina a menudo logran aumentar la inmunidad del cuerpo y se vuelven más resistentes a diversos problemas de salud.
La gran cantidad de vitamina C presente en la mandarina la convierte en un aliado en el fortalecimiento del sistema inmunológico, con el fin de prevenir infecciones por enfermedades comunes, como resfriados, infecciones urinarias y otros tipos de contaminación.
Se recomienda el consumo de la fruta, sobre todo, para niños y mujeres embarazadas (las mandarinas también contienen ácido fólico, una vitamina indispensable durante el embarazo), ya que tienen el sistema inmunológico más débil.
7- Aumenta la saciedad y mejora el rendimiento en actividades físicas
La mandarina es una fruta rica en fibra y, como tarda más en digerirse, favorece la saciedad durante más tiempo. El consumo de alimentos con fibra retrasa el vaciamiento gástrico y reduce el hambre. Además, al comer mandarina la persona mastica por más tiempo y aumenta la salivación, lo que también disminuye el deseo de comer.
Por otra parte, el consumo de mandarina también mejora el rendimiento en actividades físicas. La mandarina es una fruta rica en agua y minerales como fósforo, calcio y magnesio, que ayuda a reponer los líquidos y electrolitos perdidos con la transpiración tras la práctica de actividades físicas. Las propiedades de la fruta también previenen dolores y calambres después del ejercicio.
La mandarina es un alimento rico en vitaminas, proteínas, minerales y de bajo contenido calórico con beneficios invaluables para el organismo y para la salud en general. Dentro de las principales propiedades de la mandarina destaca su alto contenido de vitamina C, por lo que son excelentes aliados para prevenir o tratar dolencias estacionales como resfriados, tos, dolores de garganta, gripe y enfermedades virales propias de la época. La riqueza vitamínica de las mandarinas es bastante elevada, de hecho contienen, además de vitamina C, vitamina A (carotenos) y complejos B; compuestos que no son fáciles de conseguir en otros alimentos.
Por otra parte, su composición mineral es bastante completa. Hierro, calcio, fósforo, zinc, magnesio, manganeso, potasio; son elementos que contribuyen con el control fisiológico muscular y la formación de los huesos. Gracias a su rica composición mineral, las mandarinas participan en el tratamiento de la anemia, favorecen la saciedad y son excelentes para reponer los electrolitos que se pierden luego de las actividades físicas. Además, el consumo diario de una o dos mandarinas proporciona la energía suficiente para mantenerse activo durante un día.
También, vemos como los flavonoides contenidos en las mandarinas, ejercen una función antioxidante de interés especial para el organismo ya que se ha demostrado que previenen la formación de tumores y son anticancerígenos. Los flavonoides que se encuentran en la mandarina reducen los niveles de colesterol, ayudan a controlar el contenido de glucosa en la sangre y tienen efectos antinflamatorios.
Asimismo, la mandarina es rica en fibra, de bajo contenido calórico y con alto porcentaje de agua. Estas propiedades hacen de este fruto, un alimento dietético recomendado para bajar de peso y para el control de problemas gastrointestinales. El agua, además contribuye a una buena acción diurética y drenante.
Finalmente, la mandarina es un alimento que contiene los aminoácidos esenciales que deben ser consumidos, ya que el organismo no puede biosintetizarlos. Estos aminoácidos se combinan para formar las proteínas que luego intervienen en la tonificación de los músculos y en el mantenimiento de la masa muscular.
Aunque nos sorprenda, hemos visto cómo en un fruto tan pequeño, no solo se concentra un agradable sabor, sino que, su alto contenido vitamínico y mineral es de sumo interés para el organismo. Sus beneficios son invaluables y en sus propiedades se concentra su alto valor nutricional.